Peras escalfadas con miel

Podemos preparar las peras un día antes de consumirlas, así saben más aromáticas. Para preparar el caldo mezclamos la miel, 5 dl de agua, los condimentos, el zumo de remolacha o de frambuesas, el zumo de limón y la pizca de sal y, mientras que lo removemos con un cucharón, lo dejamos que se cueza a fuego lento, hasta que la miel se haya diluido en el caldo. Ahora descorazonamos las peras por la parte inferior, para ello podemos utilizar una cucharita de las que se usan para cortar bolitas de melón, y seguidamente pelamos las pelas. De este modo, la pera puede absorber el caldo aromático en su interior. Después, añadimos las peras al caldo que cuece a fuego lento y las cubrimos con un trozo de papel sulfurizado o papel de horno en forma de círculo, de modo que queden sumergidas en el caldo. Las dejamos que cuezan unos 20 minutos a fuego lento o al menos hasta que estén blandas, pero no tan blandas que se desmenucen. Para preparar una “salsa” perfecta lo más importante es recocerla bien. A continuación, sacamos las peras con una espumadera, dejamos la salsa que siga recociéndose, hasta que queden unos 2 dl. Apagamos la hornilla y dejamos que se enfríe la salsa a temperatura ambiente, para después verterla sobre las peras.

¡El pelador de patatas es todo un manitas! – con él raspamos el queso Emmentaler AOP y lo esparcimos sobre las peras.

Servimos las peras escalfadas con miel con pan de frutas o pan de nueces.

Consejo: Aunque las peras tienen un sabor dulce, saben muy bien con una entrada de ensalada y queso Emmentaler AOP. Las ensaladas de hojas tiernas las aliñamos con una vinagreta de mostaza. Cortamos las peras en rodajas finas y las servimos con queso Emmentaler AO rallado.