Panecillos de harina de espelta con corteza tostada de queso Emmentaler DOP y pipas de calabaza

Prepara la masa en un cuenco mezclando 50 g de harina, levadura, miel y 100 ml de agua mineral y remuévela hasta que quede suave. Tapa la masa y déjala reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente, hasta que se formen pequeñas burbujas.

Mezcla el resto de la harina con la sal y añade la masa preparada con el resto de agua, amasándola hasta que obtengas un trozo de masa compacto. Vuelve a cubrir la masa con un paño humedecido y déjala reposar durante 2 horas hasta que doble su tamaño. Si prefieres, puedes meter la masa en una bolsita de congelación y colocarla en la nevera durante la noche.

Antes de moldear los panecillos, amasa durante unos minutos. Después divídela en trozos de 70-80 gramos. Prepara una superficie plana y lisa con harina espolvoreada y moldea la masa en forma de bolas. Seguidamente, coloca las bolas separadas sobre una bandeja de horno con papel sulfurizado y haz un pequeño corte en forma de cruz sobre las bolas de masa.

Salpica las bolas de masa con agua y rocíalas bien con pipas de calabaza y queso Emmentaler AOP (D.O.P.) rallado. Déjalas reposar a temperatura ambiente durante 60 minutos. Mientras tanto, precalienta el horno a 220 grados.

Coloca los panecillos en la mitad de del horno y déjalos que se cuezan durante 20 minutos. Sácalos con cuidado y colócalos sobre una rejilla para repostería para que se enfríen.

Sirve los panecillos con miel y mantequilla.

Te recomendamos: La harina de espelta es muy elástica, por lo que los panecillos adoptarán una forma más bien plana.